Apoderados de la empresa que refina y vende combustibles, presentaron una denuncia en los tribunales de San Luis en la que apuntan a una banda que entregaba cheques falsos para comprar combustibles.
Wico Combustibles opera desde el año 2018 en la refinación y comercialización de combustibles en todo el país. En octubre de 2023 inauguraron una segunda sucursal en San Luis, pero lo que debió ser una apuesta estratégica terminó convirtiéndose en el escenario de un entramado delictivo que dejó a la firma Combustibles Italo Argentino S.A. como una de las principales víctimas.
Según la denuncia presentada por apoderados de la empresa, un grupo criminal organizado utilizó maniobras fraudulentas para abrir cuentas en la empresa, suplantando identidades y utilizando sociedades insolventes. Su estrategia consistía en presentar cheques de pago diferido falsos, adulterados o sin fondos, lo que permitió el acceso a grandes cantidades de combustible que nunca llegaron a ser pagadas. El perjuicio económico, según los primeros cálculos, supera los 30 millones de pesos en menos de cuatro meses, aunque fuentes cercanas a la investigación sugieren que la red de estafas podría haber alcanzado los 1.500 millones de pesos en distintos fraudes.
La denuncia revela que la banda delictiva habría operado bajo un patrón bien establecido. En primer lugar, una persona que se identificó como “Andrés” se presentó ante una vendedora de la empresa y abrió una cuenta a nombre de “Prieto, Fabbro & Cía”. Para ello, entregó un cheque de pago diferido emitido por otra empresa por más de 5 millones de pesos. El 23 de septiembre de 2024 se realizó la primera carga de combustible, y en los días siguientes, al menos siete vehículos cargaron combustible a cuenta hasta agotar el saldo disponible.
Cuando Wico intentó utilizar el cheque para pagarle a una tercera empresa, el documento fue rechazado por estar adulterado. La misma estrategia se repitió con otras tres personas identificadas por sus iniciales (M.A.E., I.N.G. y H.A.R.), quienes abrieron cuentas bajo diferentes nombres empresariales. Lo que llamó la atención de los investigadores privados contratados por la empresa fue que los nombres de las empresas tenían un patrón en común: todas hacían referencia a episodios de la serie “The Black List”, como “The Osterman Umbrella Company”.
Ante la gravedad de los hechos, los apoderados de Wico Combustibles presentaron una denuncia formal y esperan que la fiscalía actúe con celeridad. Desde la Unidad de Abordaje Fiscal ya se abrió un expediente para investigar los hechos denunciados.
Mientras avanza la investigación, crece la preocupación en el sector empresario por la sofisticación de estos fraudes y la facilidad con la que las organizaciones delictivas logran infiltrarse en el mercado. La pregunta ahora es si este caso es solo la punta del iceberg de una red de estafas a gran escala.