Se trata del acceso principal a la localidad, que presentaba serias dificultades tras las lluvias de enero. Cansados de esperar soluciones, juntaron plata para concretar las reparaciones.
Transitar por el camino de acceso a Balde de Escudero (departamento Junín), que empalma con Ruta 20, es una verdadera odisea. El área comprende entre 7 y 8 kilómetros donde abundan sectores con extensos guadales y verdaderos e infinitos “serruchos” que dificultan el paso. La gente que vive en la zona queda literalmente aislada cuando llueve y en el mejor de los casos, tienen que sortear diferentes obstáculos rogando que sus vehículos no sufran daños. En el último tiempo, después de las precipitaciones de enero, tuvieron serias complicaciones que no fueron asistidas por las autoridades. Frente a la falta de respuestas, los vecinos juntaron dinero y por sus propios medios concretaron reparaciones.
Así quedó el tramo tras los arreglos. Foto: gentileza.
“Este viernes me encontré con la gente que estaba arreglando el camino. Se había hecho una laguna importante, yo pasé porque tengo una camioneta, tuve que pasar bien pegada al alambrado. Uno de los vecinos me comentó que le entró agua por el caño de escape y su coche sufrió daños. Lo que complicaba las cosas era el barro. Ahora tiraron piedras y ramas. Habían juntado dinero para dos camionadas de piedra; les faltó. Arriba pusieron aserrín y ahí mismo iban tirando pasto y ramas”, contó en diálogo con El Diario de la República una mujer que trabaja en la zona.
Los vecinos utilizaron piedras, ramas, pasto y aserrín para arreglar el camino. Foto: gentileza.
De acuerdo a lo que precisó, la situación es indignante. Una señora del pueblo se había contactado con diferentes referentes en busca de una respuesta, pero nadie la escuchó. Desde Vialidad Provincial, directamente las acciones son inexistentes. Ya han agotado todas las instancias de diálogo y todo sigue igual, el camino está en pésimas condiciones desde hace tiempo. Se trata de unas 120 personas que están en la localidad, sumado a otras familias que están en campos más alejados. El camino, que da con la ruta que va a Villa Dolores, es el único acceso y está completamente olvidado.
Si bien hay otras arterias (como la que va hacia Las Palomas y la que se dirige a Candelaria), están absolutamente intransitables, directamente las personas optan por no utilizarlas.
El camino pasa por el Centro de Salud de Balde de Escudero. Foto: captura.
“Cuando vi a los vecinos, me sorprendió. En el pueblo las únicas veces que se ven camionetas que van y vienen es en el tiempo de elecciones. La gente que vive en la zona es de muy limitados recursos, les llevan un bolsón de mercadería y con eso ganan el voto. Todos los años pasa que cuando llega el tiempo de lluvias las maestras no pueden entrar al pueblo, los niños saben estar 15 días sin clases. Esta es la realidad. Veo en redes sociales que en Quines están arreglando las calles por el rally, veo estados del Gobernador en el rally, es una fiesta hermosa para un deporte que lo merece pero al mismo tiempo está toda la gente en esta situación, gente que vive del plan o de pensiones, que no tienen un trabajo para sostener a sus familias y tienen que sacar de sus sueldos para arreglar los caminos. No corresponde, para algo uno paga los impuestos”, expresó la vecina.
Pero esta no es la única problemática que sufre la localidad. No tienen agua potable, hay sectores más alejados que no tienen luz y la asistencia sanitaria se da dos veces por semana. El servicio de emergencias tarda entre 45 a 50 minutos en llegar y la única forma de comunicación es por Wi-Fi. Hay preocupación porque estaba programada una visita del camión sanitario para la semana que viene, pero calculan que no podrá ingresar por las condiciones del camino.
Habrá que ver si con el furor del Rally Master en Quines las autoridades aprovechan para desviar las máquinas (tan solo 22 kilómetros) y brindarle una solución concreta y efectiva a los vecinos olvidados. Para gestionar, a veces alcanza con tener un poco de empatía.