Hoy inauguran la escuela autogestionada “Legado Comechingón” en el barrio 272 Viviendas, pero el acto central será en otro establecimiento de la provincia. ¿Será por el escándalo que se armó en el proceso de designación de sus autoridades?
La determinación del gobernador Claudio Poggi de ir al paraje rural “El Tala” para encabezar en la escuela Nº 277 “Crucero General Belgrano” el acto central de inicio de clases, en vez inaugurar un magnífico edificio escolar con visión de futuro y progreso en Merlo, es por demás llamativa.
Se trata de la escuela Autogestionada N° 18 “Legado Comechingón” que está ubicada en uno de los ingresos a la villa turística sobre la ruta provincial N° 5 y que también beneficiará a estudiantes de Santa Rosa del Conlara.
En las últimas semanas este establecimiento fue noticia. Lo fue por un culebrón que se generó con la elección de la asociación que se iba a ser cargo de la administración. Como todo lo que hace esta gestión provincial siempre está bajo la lupa, por cuestiones de favores políticos, el proyecto que mejor estaba posicionado había sido desplazado por otro impulsado por dirigentes afines al poggismo y al ministro de Cultura y Turismo Juan Álvarez Pinto.
Por este bochorno y la indignación que causó que ganara “el caballo del comisario”, llevó a que la entidad perjudicada hiciera presentaciones y la novela terminó con “una marcha atrás” con la designación original y el proyecto que había sido desplazado y que cuenta con el apoyo barrial se hizo cargo de la gestión educativa y administrativa de la flamante escuela.
Quizás este sea el motivo por el cual Poggi, que anda en campaña con vistas las elecciones del 11 de mayo, curiosamente en vez de concurrir a Merlo, decidió ir a “El Tala”.
A diversos dirigentes merlinos no les sorprendió que el acto central de la vuelta a las aulas no sea en la escuela “Legado Comechingón”. Se debe a que, tras el mencionado culebrón, en su última visita a la ciudad, el jefe de Estado “no tuvo tiempo” de pasar a ver la obra terminada, cuando durante el 2024 visitaba con frecuencia el avance de obra que la puso en marcha la gestión de Alberto Rodríguez Saá.
¿Será que no quiere ir para no cruzarse con las nuevas autoridades, esas autoridades que surgieron luego de un proceso de lucha contra una decisión plagada de irregularidades y carente total de transparencia que casi logra imponer su niño mimado, el ministro de Educación Guillermo Araujo?”, reflexionó un educador de la villa turística. ¿O, le incomoda cortar la tradicional cinta de inauguración de un establecimiento que fue ideado e impulsado por la anterior gestión gubernamental?, preguntó otro vecino merlino.