Las razones de la inminente salida de Gago en Boca: mercado millonario derrochado, referentes que le soltaron la mano y golpe de KO

Los motivos que precipitaron el descascaramiento del ciclo de Pintita en el Xeneize: hoy se despediría del club

Fernando Gago transita su propia “crónica de una despedida anunciada”, respecto a su cargo como entrenador de Boca Juniors. El Consejo de Fútbol lo mantuvo en su sitio para la cita de esta noche ante Rosario Central en la Bombonera, pero en las próximas horas quedaría desvinculado de la entidad de la Ribera. Un cúmulo de situaciones lo llevaron a estar en la cuerda floja, siendo la eliminación de la Copa Libertadores ante Alianza Lima la gota que rebalsó el vaso.

El Xeneize se clasificó a la siguiente ronda de la copa nacional en tanda de penales, luego empató con Deportivo Riestra en La Bombonera y más tarde volvió a perder con Lanús de visitante. La goleada a favor (4-1) ante Godoy Cruz trajo algo de calma y sirvió para ilusionarse con la clasificación a la Libertadores vía Tabla Anual. De hecho, el equipo hilvanó victorias contra Sarmiento en Junín y Unión como local, previo al empate con Huracán en Parque Patricios y la primera caída que generó un cimbronazo en el club: el 3-4 ante Vélez por las semifinales de Copa Argentina.

Gago agasajó al plantel conGago agasajó al plantel con un asado a principios de febrero: en pocas semanas el ambiente en Boca cambió ostensiblemente (@bocajrs)

Con más de dos meses de conocimiento y convivencia con el grupo, un millonario mercado de pases que fortaleció la jerarquía del plantel y dos fases de Libertadores por afrontar frente a equipos de menor fuste (surgían Nacional de Paraguay o Alianza Lima en primera instancia, más Deportes Iquique o Santa Fe de Colombia en la definitoria), la expectativa de la directiva y sobre todo de los hinchas se había renovado. Sin embargo, hubo inconsistencias desde la pretemporada e incluso en el primer amistoso en el que Boca estuvo lejos de brillar cuando se impuso 2-0 ante Juventude de Brasil en San Nicolás.

La otra alarma que se disparó fue en el duelo ante Argentino de Monte Maíz, un equipo que llevaba apenas siete prácticas y estaba lejos de su competencia en el Federal A. Fue un 5-0 que dejó dudas, fundamentalmente por lo que le costó al Xeneize abrir el tanteador (Zeballos y Merentiel anotaron en tiempo de descuento en el primer tiempo) y también cerrarlo (Lucas Janson amplió a los 88, Milton Giménez a los 90 y Kevin Zenón a los 93). Y el volumen de juego se ausentó otra vez en el debut por el Torneo Apertura con empate sin goles en la Bombonera ante Argentinos Juniors.

En lo que va del año, Boca no mostró ni una actuación convincente de principio a fin. De hecho, los triunfos ante Huracán, Independiente Rivadavia de Mendoza y Banfield dejaron más dudas y preocupación que certezas. La caída ante Racing pasó de largo por la polémica instalada sobre el arbitraje de Yael Falcón Pérez, aunque lo cierto es que el equipo volvió a quedar en deuda. En materia futbolística, a nivel colectivo, el elenco de Gago estuvo lejísimos de su techo. Apenas algunas individualidades como Agustín Marchesín, Ayrton Costa y Milton Delgado maquillaron el mal momento.

Sus decisiones como DT llevaron a Gago a perder la confianza de varios jugadores. Tras confirmarse la operación de Sergio Romero, el entrenador solicitó la incorporación de un nuevo arquero pese a que había advertido que Chiquito iba a ser titular en 2025. Al mismo tiempo, postergó al juvenil Leandro Brey luego del arribo de Marchesín. Con Nicolás Figal, en rehabilitación por una intervención de tobillo, nunca hubo feeling del todo desde aquel cruce por final de copa nacional cuando todavía era DT de Racing. Un referente como Luis Advíncula perdió consideración. A Cristian Lema lo excluyó en casi todas las convocatorias por motivos futbolísticos. Y Lautaro Blanco arrancó el año corriendo desde atrás de Frank Fabra en su puesto.

Fin de ciclo: Fernando GagoFin de ciclo: Fernando Gago transita sus últimas horas como DT de Boca Juniors (AP Foto/Gustavo Garello)

Brian Aguirre, por quien Boca desembolsó 5 millones de dólares en el mercado pasado, solo lo puso en tres de los 10 partidos oficiales que el equipo lleva disputados. Kevin Zenón fue otro de los que perdió protagonismo pese a haber sido titular en la revancha contra Alianza Lima. Agustín Martegani pasó de no estar concentrado a ser titular frente a Aldosivi de Mar del Plata. Y el Changuito Zeballos, a quien amenazó con sacarlo frente a las cámaras en Perú, estuvo presente en todos los partidos del 2025 salvo el día de la eliminación por Copa Libertadores. Casi incoherente.

Pero el gesto que expuso que los referentes le soltaron la mano al cuerpo técnico tuvo a Marcos Rojo como protagonista. El defensor, que presenció la totalidad de la revancha contra Alianza Lima en La Bombonera, se sorprendió al ver que Brey iba a reemplazar a Marchesín para la tanda de penales y gesticuló como si desautorizara la determinación de Gago en ese momento. Esta cuestión, que tuvo como implicado directo al ex arquero de Gremio, quien fue el que sugirió la variante, sorprendió a varios jugadores y también al Consejo de Fútbol. Lo entendieron como una improvisación completa en un momento cúlmine.

Para viajar a Perú, Gago no contó con Chiquito Romero, Figal, Rojo, Ayrton Costa, Ander Herrera, Ignacio Miramón, Tomás Belmonte y Edinson Cavani por lesión. A este grupo hubo que sumarle a un suspendido Advíncula y también a Lema, por decisión del CT. ¿El resultado? Fue un 1-0 en contra que debió ser mucho más abultado por lo ofrecido en cancha. Lo que llamó la atención fue el análisis del DT en conferencia: “Tuvimos el control del juego”. Esa frase no pasó inadvertida para Riquelme, que esa noche visitó el vestuario del estadio Alejandro Villanueva de Lima. Y los comentarios del entrenador luego de la eliminación resultaron aún más cuestionables: “En el fútbol siempre generalmente se pierde, es una cuestión lógica. Muy pocos equipos ganan”. La fatídica serie ante Alianza Lima, el peor papelón en la historia del club en la Libertadores, simbolizó un golpe de nocaut.

Aquel asado con el que Gago agasajó al plantel en el Boca Predio del 4 de febrero pasado quedó muy atrás en el tiempo. Hoy, tras la eliminación de la Libertadores y la inminente salida del DT, se evidenció que la puesta en escena sirvió de poco y su ciclo era una bomba de tiempo a punto de explotar.

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