El IPC de septiembre debería estar influenciado por la baja del Impuesto PAIS, aunque en recuperación presionan los márgenes empresariales. La actividad condicionada por la salida del cepo. La falta de dólares, la preocupación central.
Así, la entidad sostiene que el impacto más claro se notará en precios mayoristas, tanto de productos importados como de origen nacional con material importado. Pero el resultado final sobre la inflación minorista dependerá de otras variables, como “el grado de competencia del sector y la robustez de la demanda”, en un contexto de incipiente rebote de los salarios.
En el caso de EconViews, en septiembre debería darse una baja de la inflación sobre bienes transables, pero no puede determinar “cuánto de la baja se irá a precios y cuánto a márgenes”. Tampoco mantienen posición sobre si el Gobierno aprovechará esta reducción impositiva para seguir corrigiendo precios regulados y alinear más los precios relativos “de forma indolora”.
En principio, eso está sucediendo. La Secretaría de Energía confirmó el viernes que las tarifas de luz y gas sufrirán una actualización que se entiende estará en torno al 4%, aunque todavía resta conocer los nuevos cuadros tarifarios que determinen los aumentos. La decisión se ajusta al faltante que deja la baja del Impuesto PAIS, por un total de u$s 600 millones destinados a la recaudación.
Dólar: el mercado no ve devaluación por compensación, pero si un tipo de cambio más alto
Por otro lado, la consultora de Kiguel no cree que el Gobierno compense el tipo de cambio de importación con otra devaluación. “Le creemos a Caputo y también lo hace el mercado dados los precios de los futuros y bonos” concluye, EconViews.
Sin embargo, sostener la fe en este momento de la política cambiaria del Ministro no es garantía absoluta de que la devaluación no aparezca más adelante. Si bien en la última semana los contratos futuros bajaron apenas un 0,6% en promedio, e indican que en diciembre el dólar oficial estará en torno a $1087, para Econviews el tipo de cambio a fin de 2024 estará cercano a los $1560.
Actividad y cepo: dos indicadores que irán de la mano
Es posible que la actividad pueda mostrar un dato relativamente positivo, que aflore un leve repunte después de un junio difícil y corrección a la baja del primer semestre. De todos modos, las consultoras no abandonan la idea de que la actividad caerá entre 3.6% y 4% en todo 2024, y que el crecimiento de 2025 dependerá del momento en que se quite el cepo: antes o después de comienzos del año entrante.
Para la consultora de Marull, la decisión no debería extenderse más allá en el tiempo. Según su último informe, las condiciones son mejores que en diciembre de 2023 y noviembre de 2015, previo a la asunción de Mauricio Macri.
“Hay menos pesos y el BCRA debe menos dólares que en esas fechas”, indica FMyA. “La limitante parece ser que no baja la inflación” advierte, al mismo tiempo. Como se dijo, la gran apuesta del Gobierno es la baja del Impuesto PAIS para que el IPC mensual empiece con 3.
Misma proyección se sostiene con el IPC núcleo, aunque el último dato del INDEC -3,8%- demostró que todavía está lejos del objetivo oficial: que roce la tasa de crawling peg, de 2%.
Muy distinta es la película trazada por el equipo de economistas del peronismo bonaerenses que encabeza el ex secretario de Comercio, Roberto Feletti.
“Doble D”: por qué los economistas bonaerenses encienden las alarmas
En su última publicación, los profesionales advierten que las “inconsistencias del plan de estabilización de corto plazo” acercan peligrosamente al gobierno de La Libertad Avanza (LLA) a la “doble D”: devaluación más default.
En efecto, para Feletti y sus colegas el problema clave del programa económico es el creciente riesgo de que Argentina “no esté en condiciones” de afrontar los vencimientos de deuda pública que comienzan a acrecentarse sustancialmente a partir de 2025.
Para los autores del documento, las incoherencias y debilidades del plan de Caputo “nos devuelven a los años inmediatamente previos al estallido de la crisis de 2001” cuando quedó claro que, “si no se consolida un orden externo, todo ajuste monetario y fiscal carece de viabilidad”.
Bajo esa línea, el informe advierte que el gobierno de Milei no cuenta con ingresos de capitales, producto de privatizaciones de empresas, ni tampoco acceso al endeudamiento – el Presidente, a su vez, anunció que en 2025 Argentina no tomará más deuda neta-.
Hace dos semanas, Caputo sostuvo que tiene los pesos para comprar los dólares y pagar los intereses de la deuda en enero. También afirmó que pagarán el capital, de la mano de un repo o préstamo de algún banco internacional, sin mayores definiciones al respecto. Sin embargo, el viernes el discurso cambió. En el primer episodio del canal de streaming que abrió el Ministerio de Economía, el funcionario aseguró que esa deuda “se pagará con o sin REPO”.
Frente a la incertidumbre, el Gobierno busca dar una señal clave en las licitaciones
Mientras tanto, según FMyA el BCRA recuperó en agosto reservas por u$s 600 millones, pero por menores importaciones, y el organismo vendió u$s 350 millones para intervenir en el CCL. Se entiende que la dinámica a partir de septiembre dará la vuelta y el BCRA volverá a posicionarse como vendedor neto, aún cuando las importaciones energéticas disminuyan.
Una vez más, para la compañía de servicios financieros, Consultatio, la posibilidad -o dificultad- de acumular reservas está íntimamente linkeada con el sostenimiento del dólar oficial y el timing para salir del cepo.
“El mercado sigue ansioso por definiciones respecto a cómo se saldrá del cepo, un esquema sobre el que hay consenso pleno que no es sostenible indefinidamente”, advierte la firma de Eduardo Costantini.
Los motivos detrás de esta visión pueden resumirse en tres puntos, según Consultatio:
- La economía necesita recomponer el stock de reservas internacionales y con cepo no se puede.
- La economía necesita impulsar la inversión y con cepo se logra lo contrario.
- La economía necesita crecer sobre bases sostenibles en el tiempo y con cepo se exacerba el crecimiento de corto plazo.
Para que estos interrogantes se reflejen en la brecha lo menos posible, el Gobierno apuesta a la intervención en el dólar CCL. Según EconViews, la diferencia entre el tipo de cambio oficial y los paralelos en torno a un 35% “llegó para quedarse”, sin razones para que cambie abruptamente.
De todos modos, a contra mano de FMyA, resalta que el argumento “no hay pesos” para profundizar la baja de la brecha no es suficiente, puesto que la recuperación del crédito -9,3% real en agosto- genera multiplicación de pesos por la cantidad de depósitos en el sistema.
Ahora bien, según Consultatio, el Gobierno buscó dar una señal “prudente”, en medio de la incertidumbre. En la licitación del miércoles, el Tesoro convalidó una tasa de interés que fue aproximadamente 0,2 pp superior a los precios de referencia del mercado secundario (3,8% TEM versus 3,6% respectivamente). Es decir: frente a las presiones sobre el frente cambiario, el equipo económico apuesta a la suba de tasas.