La puesta en funcionamiento del Centro de Desarrollo Infantil cambió para bien la cotidianeidad de los vecinos del barrio 9 de Julio y alrededores. Iara y Patricia son madres y ahora pueden trabajar y estudiar tranquilas sabiendo que sus hijos están contenidos.
Trabajar y estudiar suelen ser tareas incompatibles con el cuidado de los hijos cuando no se tiene apoyo y contención. Muchas veces este apoyo, en caso de tenerlo, implica gastos difíciles de costear, por lo que realizar ambas tareas se vuelve imposible. Iara y Patricia vivieron la situación hasta este miércoles. Con el CDI del barrio Nueve de Julio ya puesto en marcha por el gobernador Claudio Poggi, ambas podrán disponer de tiempo propio y sus hijos estarán contenidos.
Patricia tiene 4 hijos. Todos varones. El más grande de 5 años, el siguiente de 4 y los mellizos Agustín y Nazareno de 11 meses. Estos últimos son los que se incorporaron al CDI. “Anteriormente tenía una niñera, pero no me los trataba bien. Con este centro me salvaron las papas”, expresó la joven mamá . Ahora podrá trabajar y la alegría es doble. “Hoy fui a una entrevista de trabajo y me dijeron que quedé, así que estoy rechocha”, dijo con una gran sonrisa de felicidad y tranquilidad en su rostro.
La misma sonrisa se reflejó en el rostro de Iara. Su hijo Benjamín, de un año y 8 meses, también asiste desde este miércoles al ‘Sonrisas de Luz’. “Cuando me enteré de que iba a abrir me pareció perfecto, porque me gustaría que mi hijo se empiece a desarrollar de una manera mejor, y aparte estoy haciendo un curso, así que me viene de 10. Soy ama de casa y también estoy en el Plan Potenciar y en la mañana a veces me cambian horarios y tenía que dejarlo con mi mamá. Ahora no voy a estar preocupada porque ya sé que acá va a estar cuidado y voy a poder hacer el curso. Este centro era muy necesario”, manifestó.
