Este martes por la mañana, Marisol Herrera, Silvia Scotti y Sabrina Cerbilla, familiares autoconvocadas de personas que supuestamente son víctimas de falsas denuncias; dieron una conferencia de prensa en la que señalaron distintos aspectos de esta problemática que, principalmente, hoy afecta a los hombres. Estas denuncias, afirman, están “destrozando familias” y socavando los principios fundamentales de justicia y equidad. “Hoy se condena solo por relatos, la palabra de la mujer está sobrevaluada”, manifestó Sabrina.
La docente Marisol Herrera fue la primera en tomar la palabra y aseguró que su objetivo es claro: “Nuestra meta es que la justicia revea las causas. Porque a nuestros familiares se los acusaron sin pruebas, simplemente con un relato ellos fueron condenados”. Herrera denunció un preocupante aumento en el número de denuncias desde el inicio de la pandemia, con un salto de 3.000 a 300.000 denuncias en todo el país, atribuyendo este incremento al acceso al Plan Acompañar, que, según sus afirmaciones, ha llevado a muchas mujeres a presentar denuncias falsas para obtener beneficios económicos.
Por su parte, las declaraciones de Silvia Scotti apuntaron a presuntas irregularidades en los procedimientos judiciales. Scotti señaló la utilización del juicio abreviado como una táctica para resolver rápidamente casos, a menudo sin garantizar el derecho a la defensa. También describió un patrón en el que los informes forenses son rutinariamente deficientes, lo que resulta en decisiones injustas y, en algunos casos, en tragedias humanas, como la muerte reciente de un interno debido a una supuesta negligencia médica. “Los informes, lamentablemente voy a ser dura en esto, de los forenses se asemejan al informe de un repositor de supermercado, donde pone, ‘hay esto, falta esto y lo otro’. No lo revisa. Eso es anticonstitucional, es un genocidio”, manifestó la mujer.
La crítica de Herrera al Ministerio de la Mujer fue especialmente severa: “¿Qué hizo el Ministerio de la Mujer empezar a destruir y desplazar al hombre? Y al desplazar y destruir al hombre, también destruye a la familia y todo su entorno”. Herrera y su grupo acusaron a la institución de fomentar un clima en el que la palabra de la mujer se considera automáticamente veraz, llevando a condenas injustas y a la alienación de los hijos de sus padres.
Por su parte, Sabrina Cerbilla hizo hincapié en la importancia de revisar exhaustivamente cada caso y en la capacitación adecuada de los profesionales involucrados en los procedimientos judiciales. “Los peritos no están formados, no están capacitados, hay psicólogas clínicas que van a dar sus testimonios o van a dar informes en los juicios, y la psicóloga clínica puede diagnosticar un maltrato, pero no un delito de abuso, que son los más denunciados”, comentó Sabrina, quien además hizo hincapié en usar los términos adecuados. “Es importante empezar a cambiar las palabras que usamos. No es víctima, es denunciante. Es víctima una vez que se comprueba”, remarcó.
El grupo también subrayó la necesidad de que se promulgue una legislación que penalice las falsas denuncias y que se promueva una custodia compartida en lugar de otorgar automáticamente la custodia a uno de los progenitores, lo que consideran una práctica discriminatoria que puede conducir a la alienación parental.
Asimismo, resaltaron la importancia de las contradenuncias como un recurso crucial para restaurar la equidad en el proceso judicial. Herrera enfatizó: “Se debería hacer la contra denuncia. Tenés dos años para hacerlo, pero lamentablemente los abogados no informan adecuadamente sobre esta opción”. La falta de información sobre este recurso legal deja a muchos acusados en una posición de vulnerabilidad, incapaces de defenderse adecuadamente. En este sentido, el grupo insta a aquellos que han sido falsamente acusados a ejercer su derecho a presentar contradenuncias para protegerse de acusaciones infundadas y buscar justicia ante las irregularidades en el sistema judicial.
“Hoy se condena solo por relatos, la palabra de la mujer está sobrevaluada, si bien hay que tenerla en cuenta, ¿pero hoy qué es lo que se dice mayormente? Que la denunciante al ser mujer hay que creerle. Y también se dice que los niños no mienten, pero los niños mienten, los adolescentes mienten, tienen su derecho, como las personas mayores, pero en estos casos de alineación parental vemos que el progenitor es quien convence el relato del niño, entonces el niño no está mintiendo, está diciendo el relato del progenitor”, concluyó Cerbilla.