La intendenta municipal de Quines, Antonella Macías, apeló a tres minutos y a leer lo establecido en un papel para inaugurar las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante.
La actitud de la jefa comunal generó fuertes cuestionamientos en el arco político de la localidad porque “no rindió cuentas de los millonarios fondos coparticipables que recibió durante el 2024 y el presidente saliente del legislativo, Ariel Alcaraz, dejó la función con faltantes de actas”.
En la ocasión, entró en funciones la nueva mesa directiva del Concejo, que es encabezada por el justicialista Emilio Amaya.
En esos tres minutos y frente a un Concejo que no estará bajo su control, la intendenta apeló a transitar un camino de diálogo y de trabajo en conjunto, la otra cara de la moneda de lo que aconteció en el 2024. “Podemos tener diferentes opiniones, pero la ciudad requiere un trabajo mancomunado, colaborativo e interinstitucional”, señaló Macías ajustada a un nuevo relato.
Además de no rendir cuenta de los dineros municipales, tampoco hizo referencia a obras públicas y otras acciones para generar trabajo, que es una de las demandas de la comunidad.