En vez de ocuparse por los daños que ocasionó en distintas partes de la provincia, Poggi y su batallón de funcionarios se juntaron este martes para hablar de las elecciones y analizar la gestión. Hubo muchas caras largas.
El fuerte temporal que azotó la provincia entre las últimas horas del lunes y la madrugada del martes, llevó a que diversas localidades atravesaran situaciones de emergencia, como el desastre que los 300 milímetros de lluvia ocasionaron en Las Lagunas, en el departamento San Martín.
El agua inundó viviendas, edificios públicos, daño cientos de artefactos, rompió las calles de pavimento y numerosos espacios. La crecida de los arroyos aisló por varias horas esta localidad y destruyó todos los sistemas de contención y servicios.
Pero lo que sucedió en Las Lagunas no fue un episodio aislado. Inconvenientes de gran magnitud también se registraron en otras poblaciones que generaron una gran preocupación.
Sin embargo, y a la luz de los hechos, el gobierno provincial relativizó y no le dio importancia a lo sucedido, porque en vez de preocuparse en atender las consecuencias del desastre y a los damnificados, este martes Terrazas del Portezuelo fue escenario de una reunión de carácter político y no para organizar y desplegar un accionar solidario ante una instancia de emergencia.
El Salón Blanco del edificio gubernamental, transformado en un espacio político como una unidad básica o comité de Avanzar, fue el ámbito en el que el gobernador Claudio Poggi se reunió con funcionarios y dirigentes.
De acuerdo a lo que trascendió, el mandatario pidió que se armaran diferentes grupos y previamente, antes de hablar con cada uno de ellos, pidió que se apagaran los celulares.
Al parecer Poggi no anduvo por titubeos, les expresó su preocupación por la mala imagen que tiene su gestión a poco más de 2 meses de la elección provincial del 11 de mayo. Dicen que se lo vio muy enojado y preocupado. “Los cagó a pedo a todos”, confió una fuente.
Otro detalle que se filtró de este encuentro de Avanzar en el Salón Blanco, es que es más que evidente el malestar que hay con la labor del intendente de la ciudad de San Luis, Gastón Hissa.
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