En la ciudad “verde”, contrariamente a lo que pretende vender su intendente, Jorge “Toti” Videla, no todo es color de rosa. Hay un tema que tiene muy, pero muy preocupados a los vecinos de Juana Koslay: la creciente ola de hechos de inseguridad.
Esta semana, un vecino filmó los tremendos daños que los delincuentes causaron en su vivienda, situada en la Ruta 20 o Avenida del Viento Chorrillero, a pocas cuadras de una sede policial. Y, como es costumbre, nadie vio nada.
Este es solo uno de los tantos casos que invaden los grupos de WhatsApp de los vecinos, donde muchos exponen el infierno que les tocó vivir y aprovechan para descargar su bronca o hacer catarsis.
Jorge “Toti” Videla, con “cara de piedra”, como su patrón, sale a desplegar la cháchara y la diatriba que lo caracterizan. Promete y promete, como lo ha hecho durante años con el Centro de Monitoreo Municipal, que exhibe ante cada visitante como si fuera parte de un tour de compras.
Ahora, en medio del humo que generó con la eliminación del espacio de homenaje a Juan Domingo Perón y Evita (la rotonda de Cruz de Piedra), emblemas del partido que lo llevó a la intendencia, anunció la ampliación del centro de monitoreo. Según dijo, tendrá más cámaras que la provincia y algunas grandes ciudades de la región.
Con esta nueva millonaria inversión, asegura que contribuirá a combatir la inseguridad, lo mismo que repite como “lorito borracho” desde hace varios períodos. Sin embargo, su política de seguridad tiene más agujeros que un colador.
Todo lo que ha hecho ha sido improductivo para los vecinos, que no ven ninguna mejora. Todo lo contrario: ahora ya no tienen la tranquilidad de salir de sus casas ante el temor de convertirse en víctimas de la delincuencia o volver a serlo.
Así está Juana Koslay, entre anuncios rimbombantes y la destrucción de símbolos políticos e institucionales. Sobre esto último, el Partido Justicialista expresó su repudio y se asegura que habrá más tela para cortar.
Esta semana, ya blanqueado su casamiento con el poggismo—traición consumada al PJ, como la del intendente de Villa Mercedes, Maximiliano Frontera—”Toti” Videla sigue frecuentando el café de Cruz de Piedra. Allí, pese a las consultas de los ocasionales clientes, prefiere hablar de otros temas.
En sus últimas charlas de café, “Toti”, con conocimiento de causa, ha hablado mucho sobre la diferencia de potencia entre camionetas (dicen que hace poco hizo un “cambiazo”). A otros les cuenta sobre la marcha de su emprendimiento en “El Refugio del Lago”, en La Florida.
Es decir, entre su hobby por las camionetas y otros proyectos, el intendente koslayense se relaja en las charlas de café mientras lidia con el trajín diario de la administración municipal, donde, definitivamente, no todo es color de rosa.
